viernes, 23 de octubre de 2015

D in am izan do



Hoy terminé dos libros juntos, casi uno detrás del otro. Hacía mucho que pensaba que no disponía de tiempo para poder agarrarlos a todos y darles un abrazo semántico, hasta que me dí cuenta que simplemente no me hacía lugar para ellos por estar ocupándome de cosas que no me correspondían. O tal vez sí...  Y así comenzó esta tarde una charla sobre esto, con alguien que quiero mucho. Nos cuestionamos bastante sobre errores del pasado, la mayoría de las veces, con nostalgia, y otras, con frustración. Igual, ya me río de mi misma cuando voy a acotar frases del tipo: "era una boluda", o, (la típica):  "cómo pude hacer esto, o aquello".Porque está buenísimo comentar mis propios estados en el facebook de los recuerdos, ya que, aunque sea bastante narcisista, eso significa, sin querer, que algo cambió. ¿Quién no teme a eso? Y nos enredamos, también, pensando en esa palabra; disfrutábamos la soledad de un parque con vista al río, mientras la gente trabajaba o vaya uno a saber en cual andaba, y mirábamos a un pajarito caer del nido, y a un tipo re piola que lo venía a buscar, protegiéndolo con sus dos manos para cuidarlo. Ahí reímos cómplices de la situación, utilizando metáforas esperanzadoras como: "viste, caer es parte de esto que hablábamos".
Pero, volviendo a la oración popularmente conocida como: "todo tiempo pasado fue mejor", nos demuestra a los seres humanos la excelencia del guión de Medianoche en París,  esas  ganas de querer formar parte de algo que no sea el presente, creyendo que por pertenecer a otra época alcanzaríamos la peligrosa perfección; sin pensar que existís, porque estás aquí, ahora. Y sí, sigo pensando que antes me equivoqué demasiado. Pero, ¿antes de qué?  De aprender, estoy segura.

lunes, 19 de octubre de 2015

Si nos organizamos reímos todos



Bueno. La piba trashy estuvo muy ausente este último tiempo. Pero mantuvo muy de cerca su súper cuaderno y su lapicera con forma de pastilla y recién hoy se dignó a pasar algo para que todos sigamos conectados y los que se copen con esta rara puedan seguir leyendo.
Tuvo muy lindos motivos para colgarse. Sí, esta vez, terminó varias cosas que, como en algún momento siempre nos pasa a todos, estallaron por manejar mucho tiempo un avioncito en piloto automático. No hay que olvidar que el aterrizaje exige una buena dosis de energía que cuando hace tiempo que no se usa cuesta bastante regular.
Pero ver que tenemos el control, que podemos volar, es más lindo que apretar un botoncito y rezar para que funcione así eternamente. Porque la máquina que jamás para de funcionar no existe. No sin mantenimiento. Sin intervención de la vida, que, no se estanca para ser la nada, sino que sale afuera para aprender, para descubrir, para triunfar.
No solo se va un año impar, (lo que agrada a la simetría universal), sino que quedan atrás muchas experiencias que hoy son un carácter más piola, una empatía infinita, armónica, que se hospeda en películas, fotografías, canciones, mucha gente hermosa y muchos besos nuevos.
Desde aquí saluda una nueva Licenciada en administración de recursos humanos, que no planea echar a nadie, sino meter todo este mágico contenido que sale de las más oscuras depresiones para ayudar a los demás a que sus días en sus puestos de trabajo detestables sean más agradables. Un poquito. aunque sea con un abrazo el lunes a primera hora,  después de un finde largo divertido.
Un título viene acompañado de proyectos, de una cámara analógica que espera ser muy utilizada, de viajecitos y amores de verano, y de ganas de que lo que me pasa aparezca en más fanzines lindos.  Voy a ser profesora de letras. Y estoy muy feliz.
Moraleja de este tiempo cuasi - extraviado: Dejen que los comandos comiencen a fallar. Tengan miedo de caer al vacío. Lloren mucho. Díganle a todos los que aman cuánto los aman.  Caigan.  Sobrevivan. Y activen. De a poco. Que tenemos una sola oportunidad en este cuerpo, antes de perder la consciencia y reencarnar en otro, para hacer lo que queramos, sin dañar a nadie. 
Rían. Sepan dónde están, Y si se pierden, caminen. 


miércoles, 7 de octubre de 2015

Espero que se sientan muy a gusto y que beban su bebida favorita a toda hora y en todo lugar, los amo a todos.


Y sí, es como formar parte de una fiesta. Todos están ahí, como el final del gran pez. Vas pasando por el bosque y antes de llegar al río ves caras muy conocidas y agradables; algunos te tiran abrazos re piola (otros te dicen que das besos re lindos) y muchos alientan a que te tires a nadar, en realidad siempre estuvieron ahí, en algún momento de tu vida, de tu historia. Te enseñaron cómo hacerlo, sin querer queriendo. Encontraste tu estilo. Te transformaste en una sirena re auténtica. Y sentís tus brazos como dos remolinos desplazarse por el agua; que fluye, sos parte de un todo y a la vez de la nada. Es que no sabemos donde empiezan y terminan las cosas; pero está bueno el andar.