jueves, 22 de diciembre de 2016

qué suerte que esta tormenta nos agarró refugiados.



Es Jueves. Está lloviendo. Yo recién guardo un cuarto de helado que hace media hora era medio kilo de mantecol y chocolate en el freezer, mientras se escucha la cerradura de la puerta girar. Es Dani. 
La ventana no deja de tirar cortes preciosos, los rayos están iluminando todo el departamento. Las paredes están algo cansadas pero muy tranquilas. 
Suenan temas lentos. No paro de cantarlos a todos, soy insoportable.
Este Diciembre es muy efímero, la calle está muy surrealista, la gente algo perturbada, la plata, las fiestas, las vacaciones, las deudas, la popularidad, el quini 6, un par de tetas en instagram, gente que flipó de un acv porque no soportó toda la presión de las opiniones ajenas del 2016, los reencuentros que fracasan; las despedidas que te dejan manija de la vuelta, los viajes, el baile y el pasito que parece que te estás metiendo abajo del agua; la sombra de bowie en una habitación,
y el destino.
que no está escrito, obvio; en la religión clashera se sabe, pero...
el sol vuelve a girar, así que de algo depende este plan maestro.
Sabían que por año el sol se acerca 4 cm a nuestro planeta?
Bueno, les tiro esa data porque ese es un cambio climático que va a ser diferente y nunca igual al de nuestros años vividos hasta hoy. Ahora todo lo que hagan va a estar 4 cm más cerca del sol. Así que no me vengan con ese pesimismo aburrido de que la vida es un horror;  porque están ahí disfrutando del oxígeno de cada lugar, absorviendo con la mirada a la señora internet, comiendo delicias propias de este hábitat como fideos con crema y queso, arroz con atún o simplemente ensaladas de tomates y alguna otra materia prima mágica.
Yo sé que en el fondo te gusta este baile; dale: bailemos.

jueves, 15 de diciembre de 2016

mil veces más



Cada ser es una probabilidad del universo. Puede haber tantas formas de accionar como pensamientos en la humanidad. Pero el baile empieza desde acá. Es interior. Supongo que hablar sin apoyarse en un marco teórico es casi como un cuento maravilloso; pero cuando el mundo en el que vivís funciona así, todo tiene sentido: un volcán, el final de una estrella, la posible extinción del sol; el colapso del tiempo, la revolución. Todo. Es esa línea que va desde acá hasta quién sabe donde; pero siempre hacia adelante. La pifiamos muchas veces, pero también aprendemos más rápido, y el pasado nunca nunca es igual al futuro:  eso es esperanzador, quizás pasen millones de años, pero el agua se va a evaporar en algún momento  y se va a transformar en lluvia. tal vez evolucione en tormenta. Y el sol que asome después regalará un espectáculo que vale la pena contemplar.
Y con eso del accionar nos volvemos un poco más locos; es hermoso, porque no es algo malo estarlo cuando honrás tu cuerpo, respetás a esa voz interior que te quiere, sólo que a veces está cargadita de culpas y miedos atribuídos a factores externos.  Esa voz sale desde la fuerza inicial,  que no tiene explicación científica pero existe,  es instinto puro:  impulsa a escuchar una canción, a llorar, a acercarse o a alejarse de cosas, a enamorarse,  a respirar. A pedalear por  un camino u otro con la bicicleta del corazón. 


domingo, 4 de diciembre de 2016

Brindis semanal



brindo por la telepatía.
Por eso que nos separa y nos distingue tanto
Por el amor. 
Tan profundo, que hace que el cielo esté en la tierra
y transforme a las estrellas
en bichos de luz.
brindo por las fogatas.
por esas canciones que se cantan acompañadas
por  las guitarras desafinadas,
que muchas veces tienen aguante.
Por la poesía que nace
del contacto con tu mirada.
Por la locura, esa característica tan hermosa
que  hace que la palabra
valga la pena.
Por los abrazos que llegan, que transmiten
Por ese sentimiento de perseguida
que me agarra cuando el humo se vuelve olor;
Por los animales que sienten
y acompañan en viajes de noche a casa
por la gloriosa bici
que me atrapa con el viento y me lleva (siempre)
a tus brazos.