martes, 14 de noviembre de 2017

última carta desde un incendio




Hoy hay un edificio que se está prendiendo fuego y vos no estás. Hay tantas cosas que me hubiera gustado decirte, porque tantas mutaciones de nuestro vínculo completamente necesarias hacen que hoy te pueda recordar así, con una sonrisa, a la que acompaña una lágrima que arrastra el principio del fin, nuestro amor, los abrazos que salían de nuestras pieles y nos hacía un solo monstruo, pero un monstruo bueno. Medio loco, quizás. Seguramente.
Creo que ya pasaron varios meses de la última vez que te vi, y no me viste. Justo estabas doblando la cuadra. El día me quiso hacer un regalo y vos apareciste y me recordaste ese lugarcito que encandilabas bien adentro.
Tengo mucho calor, te acordás cuando te decía que teníamos el poder de elegir cómo morir? bueno, yo quería que me lleve un rayo. Por eso no le tenía miedo a las tormentas, porque imaginaba que cuando la luz me alcance me iba a tirar a otra dimensión...Supongo que el fuego es lo más parecido con lo que hoy tengo que soñar. Me siento en llamas, pero estoy tranquila. Gracias por aparecer en mi vida, y sobretodo por enseñarme que se puede amar sin sufrir . Estoy quemando las líneas de esta historia con el corazón.  

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